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Ha sido duro convencerse de lo real.
En realidad siempre.

Errado ante cualquier impulso, pensado menos, sentido más, aprendido menos, errando más.
Tengo que dejarlo atrás.

Comenzar a pensar en el crecimiento, lo necesario si quiero llegar a ese lugar. No es un lugar precisamente de gloria, es un lugar fuera de tanta inmadurez, pedantería y desenfreno.

Donde pueda ver adelante, incapaz de ver el pasado, segura de no cometer lo mismo que tanto me ha vuelto y revuelto.

Espero que lo hagas por Dios.

Espero hacer lo correcto.

En realidad sólo necesito fuerzas para hacer lo que sé de más, es correcto.

Hoy no tengo palabras, sólo pensamientos.